Sin duda alguna, en los últimos tiempos, la popularidad de uno de los compuestos de la planta del cannabis ha ido creciendo de forma exponencial a medida que se han ido conociendo sus múltiples aplicaciones y beneficios en el campo de la salud y la cosmética. Nos estamos refiriendo al Cannabidiol, más conocido popularmente por sus siglas, CBD.
Algo está cambiando en la opinión pública en cuanto a los tabúes que han rodeado a la planta del Cannabis, y es que ha sido «desmenuzar» la planta, separar sus diferentes componentes para estudiarlos de forma individual y descubrir los tesoros que guarda en su interior. Tesoros en forma de beneficios para el ser humano, totalmente alejados de la función de «colocar» con la que siempre se ha relacionado a esta magnífica y poderosa planta.
Eliminado el THC, su conocido componente psicoactivo, o presente en concentraciones mínimas (siempre por debajo del límite máximo legal), lo que nos queda es una rica gama de Cannabinoides, nutrientes, flavonoides, nutrientes, antioxidantes, etc que, lejos de «colocar», nos ofrecen una serie de propiedades analgésicas, antiinflamatorias, ansiolíticas, antiestresantes y un largo etcétera. El principal Cannabinoide en estudio al que se le atribuyen estas bondades es el CBD. Y si, has leído bien, el CBD no coloca.
Una de las formas más extendidas de consumir este elemento es diluído en aceite. Podemos encontrar: aceite de CBD diluído en aceite de oliva, en aceite MTC (coco) o en aceite de semillas de cáñamo.
Ahora bien, ¿cuál es el mejor aceite de CBD? Esta es la incógnita a la que se enfrentan la mayoría de consumidores a la hora de elegir un buen aceite de CBD que sea limpio y totalmente efectivo.
Vamos a repasar una serie de aspectos que nos pueden guiar a la hora de elegir un buen aceite de CBD:
1- Al igual que en otros tipos de productos y por una razón obvia de salud, es siempre preferible elegir un producto cuyos ingredientes sean orgánicos, naturales, que procedan de la agricultura ecológica. Esto siempre nos dará un plus en cuanto a calidad y nos dará pistas de la profesionalidad, buen hacer y compromiso de productores. El aceite de CBD orgánico o ecológico, siempre será una mejor opción respecto a otro en el que no nos ofrecen datos sobre este aspecto.
2- Otro elemento importantísimo a tener en cuenta es el proceso de extracción del CBD. ¿Cómo se obtiene el CBD? Existen diferentes métodos para extraer este Cannabinoide de la planta del Cannabis y no todos son aconsejables o seguros:
A. Métodos caseros tradicionales como la dilución en aceite de oliva o similares, o con solventes como el Etanol, dejando a macerar en ambos casos. El problema que nos encontramos en un elaborado casero es la falta de higiene y medidas que hagan que el producto sea completamente seguro.
Por otro lado, si se utiliza aceite de oliva como solvente, el resultado es una concentración menor de CBD y un pobre espectro de otros Cannabinoides.
Si el proceso es con algún solvente químico, como el etanol o similares, el peligro está en los residuos perjudiciales que pueden quedar en el producto final.
B. Otro método es la cavitación ultrasónica.
En este método nos ocurre lo mismo que en el caso anterior. Para llevarlo acabo se necesitan solventes químicos, como el Etanol o similares, con lo que el producto final puede dejar rastros de estos y poner en riesgo la salud.
C. Extracción con CO2 supercrítico.
Con este método se obtiene CBD puro, al que se suma un espectro total del resto de Cannabinoides (CBG, CBN, CNC…), flavonoides, nutrientes, antioxidantes, etc…
Es un proceso de extracción totalmente limpio, sin ningún tipo de residuo, seguro 100%, lo que lo convierte en el candidato ideal. También es el proceso de extracción más costoso, pero merece al pena asumir un pequeño coste extra para no tener que acabar diciendo aquello de «lo barato sale caro».
D. Existe también quien «fabrica» CBD sintético en laboratorio. ¿Recurrir a la química teniendo la fuente del principio en una planta? No nos parece lo más adecuado.
Antes de comprar aceite de CBD, asegúrese de la información que le da el vendedor respecto al tipo de extracción utilizada para su elaboración.
3. Por último, otro aspecto a valorar es la fiabilidad sobre la procedencia del producto y quién está detrás.
Un productor o vendedor debe dejar claros los procesos que se han utilizado para elaborar el producto, un etiquetado claro donde conste toda la información legal pertinente, así como proveer al cliente de los certificados y análisis en laboratorio de este tipo de productos.